domingo, 24 de octubre de 2010
viernes, 22 de octubre de 2010
cuentan de la SIU
Dicen mis estudiantes del avanzado expositivo que en los pasillos de la SIU espantan luego de las 5:30 pm. Por eso, cuando miran el reloj y ven que se aproxima la hora... salen rápidamente luego de inventar cualquier escusa: una confirmación, un cumpleaños, dolor de cabeza, etc.
miércoles, 20 de octubre de 2010
La historia de mi abuelo y su pueblo
Mi abuelo se llama Salvador Álvarez Posada, es muy conocido en Fredonia, Antioquia.
Él se hizo dar a conocer en su pueblo por su humilde casa, barrio y su sencillez.
Él se puso triste a los 2 años porque se murió su madre, 5 años más tarde murió su padre. Desde ese día el nunca quiso hablar de su madre hasta la pubertad.
Mi abuelo estudió en el colegio Remigton de Medellin, ese Colegio le dio una oportunidad que no la desaprovecho: trabajar en empresas públicas de Medellín. Él estuvo trabajando allí 25 años y salió pensionado por el seguro hace más o menos 3 años y medio. Salió feliz de ahí. Tiene mucho que agradecer a EPM de Medellín.
A pesar de haberse venido para la ciudad de Medellín, el todavía va a su pueblo natal, Fredonia. Allá nunca lo olvidaron. El va al pueblo cada mes o 2 meses, y me dice ya se ha olvidado de algunas personas del pueblo.
Pero, cuando yo voy con él, muchas personas me dicen y recontradicen que nunca lo olvidarán porque se comportó con ellos excelentemente bien y por la humildad que lo caracteriza.
Autor: Juan Manuel Mejía
I E El salvador
Grado 6°
Mi abuelo se llama Salvador Álvarez Posada, es muy conocido en Fredonia, Antioquia.
Él se hizo dar a conocer en su pueblo por su humilde casa, barrio y su sencillez.
Él se puso triste a los 2 años porque se murió su madre, 5 años más tarde murió su padre. Desde ese día el nunca quiso hablar de su madre hasta la pubertad.
Mi abuelo estudió en el colegio Remigton de Medellin, ese Colegio le dio una oportunidad que no la desaprovecho: trabajar en empresas públicas de Medellín. Él estuvo trabajando allí 25 años y salió pensionado por el seguro hace más o menos 3 años y medio. Salió feliz de ahí. Tiene mucho que agradecer a EPM de Medellín.
A pesar de haberse venido para la ciudad de Medellín, el todavía va a su pueblo natal, Fredonia. Allá nunca lo olvidaron. El va al pueblo cada mes o 2 meses, y me dice ya se ha olvidado de algunas personas del pueblo.
Pero, cuando yo voy con él, muchas personas me dicen y recontradicen que nunca lo olvidarán porque se comportó con ellos excelentemente bien y por la humildad que lo caracteriza.
Autor: Juan Manuel Mejía
I E El salvador
Grado 6°
miércoles, 29 de septiembre de 2010
El Cole
Hace mucho me desperté con altas expectativas.
Desayuné con aliento, me bañé, como siempre hice tareas, me vestí, cogí mi bolso y riñonera y fui al colegio.
El día era caluroso, estaba en clase de matemáticas y me enseñaban las tablas de multiplicar, era el segundo periodo del segundo grado de la primaria, era yo el único sin tarro de agua, pero escuchar a la profesora diciendo " 2 x 2 = 4 " me alentaba.
Después trabajamos sociales, la profesora tenía un mapa grande de Colombia con las regiones geográficas. Sólo nos enseñaban 5 de 6 regiones, pues la insular se enseña en cuarto. Mi sed seguía rondando, mas cuando la profesora decía "en la región Caribe hace mucho calor" y los más necios como eran Sebastián, Santiago y Franco decían "he ido allá" claro, y hablaban de agua, ríos, desiertos y mares, seguro que sabían que tenía sed.
Salí a descanso, la soledad entre mi riñonera y yo era mucha, ya que fui solo a tomar agua, tomé con placer, no sé cuanto pero me demoré. Fui donde mis amigos, a jugar canicas como siempre, tenía como cuarenta. Andrés jugaba bien, era muy bueno, sin embargo jugué con él. Me venció a la primera, a la segunda y a la tercera vez. Tenía que recuperar, entonces abrí mi riñonera y saque mi canica preferida y gané, por sólo una vez.
Entramos al salón, sólo podía recuperar la felicidad de una forma, mirando a Carolina, si, me gustaba, ahora no.
Claro, me llamaron la atención y se dio cuenta, seguí escuchando clase como si nada, Español, lo inicial del verbo y la oración.
La crisis ahora era de orinar, claro que no me dejaron, era difícil convencer a la profesora, hablaban de sujetos como limonada y agua. Algo me decía que me hacían una maldad, si, lo sé, no me creen, ya que yo era mentiroso. -"David". Me llamaron la atención de nuevo, seguí escuchando, yo en ese tiempo -a parte de mi nombre y mi apodo (Mejía ) - podía ser sustituida por la frase " El mentiroso puede ser abogado".
Para la última hora me dejaron ir al baño, lo hice. Era como llegar a la luna acabando de aprender a manejar los controles. Oriné después de aprender en clase de ciencias sobre la orina y el viaje del agua por un sistema del cuerpo llamado digestivo. Claro, me tuve que desatrasar, fue la peor parte, pero no en el colegio, sino en la casa por teléfono.
Salimos a casa, el transporte me llevo a dos o tres cuadras que vivía del colegio, por chiquito. Llegue a casa, hice tareas, de todo; me dormí después de cepillarme los dientes y empijamarme.
Autor: David Mejía
I E La Salle CampoAmor
Grado 6°
Desayuné con aliento, me bañé, como siempre hice tareas, me vestí, cogí mi bolso y riñonera y fui al colegio.
El día era caluroso, estaba en clase de matemáticas y me enseñaban las tablas de multiplicar, era el segundo periodo del segundo grado de la primaria, era yo el único sin tarro de agua, pero escuchar a la profesora diciendo " 2 x 2 = 4 " me alentaba.
Después trabajamos sociales, la profesora tenía un mapa grande de Colombia con las regiones geográficas. Sólo nos enseñaban 5 de 6 regiones, pues la insular se enseña en cuarto. Mi sed seguía rondando, mas cuando la profesora decía "en la región Caribe hace mucho calor" y los más necios como eran Sebastián, Santiago y Franco decían "he ido allá" claro, y hablaban de agua, ríos, desiertos y mares, seguro que sabían que tenía sed.
Salí a descanso, la soledad entre mi riñonera y yo era mucha, ya que fui solo a tomar agua, tomé con placer, no sé cuanto pero me demoré. Fui donde mis amigos, a jugar canicas como siempre, tenía como cuarenta. Andrés jugaba bien, era muy bueno, sin embargo jugué con él. Me venció a la primera, a la segunda y a la tercera vez. Tenía que recuperar, entonces abrí mi riñonera y saque mi canica preferida y gané, por sólo una vez.
Entramos al salón, sólo podía recuperar la felicidad de una forma, mirando a Carolina, si, me gustaba, ahora no.
Claro, me llamaron la atención y se dio cuenta, seguí escuchando clase como si nada, Español, lo inicial del verbo y la oración.
La crisis ahora era de orinar, claro que no me dejaron, era difícil convencer a la profesora, hablaban de sujetos como limonada y agua. Algo me decía que me hacían una maldad, si, lo sé, no me creen, ya que yo era mentiroso. -"David". Me llamaron la atención de nuevo, seguí escuchando, yo en ese tiempo -a parte de mi nombre y mi apodo (Mejía ) - podía ser sustituida por la frase " El mentiroso puede ser abogado".
Para la última hora me dejaron ir al baño, lo hice. Era como llegar a la luna acabando de aprender a manejar los controles. Oriné después de aprender en clase de ciencias sobre la orina y el viaje del agua por un sistema del cuerpo llamado digestivo. Claro, me tuve que desatrasar, fue la peor parte, pero no en el colegio, sino en la casa por teléfono.
Salimos a casa, el transporte me llevo a dos o tres cuadras que vivía del colegio, por chiquito. Llegue a casa, hice tareas, de todo; me dormí después de cepillarme los dientes y empijamarme.
Autor: David Mejía
I E La Salle CampoAmor
Grado 6°
martes, 18 de noviembre de 2008
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